Aprende a pensar en positivo en 3 pasos

Te decimos cómo reconocer lo bueno que hay dentro de ti, aprender a concentrarte para fijar mejores ideas y abonar el terreno de la autoestima

Si la idea fuera apuntar la receta de la felicidad, con certeza este espacio nos quedaría muy corto.

A respecto, hay buenos consejos como los del psicólogo israelí Tal Ben Shalar -profesor de la Cátedra de la Felicidad en la Universidad de Harvard- quien sostiene que podemos aprender a ser felices si celebramos los fracasos, agradecemos todo lo bueno, hacemos deporte, meditamos, evitamos abarcar demasiado, y aprendemos a superar las adversidades con optimismo.

Y aunque la receta del experto es apetecible, los autores del libro ´Deja atrás la depresión y alcanza la felicidad´ de la editorial Pirámide, comparten ejercicios prácticos que sirven para evitar que las circunstancias negativas de la vida actual, te conviertan en una persona angustiada y pesimista. Veamos:

APUNTA TUS ASPECTOS POSITIVOS

Nadie es ni tan bueno ni tan malo, pues todos los seres humanos tenemos fortalezas y debilidades. Pero como en este caso se trata de destacar lo positivo para alejar lo negativo, pues busca dentro de tu propio ser, así como en tu entorno, todo lo que vale la pena destacar como tu buena salud, la familia que te ama y la facilidad para realizar tu trabajo. Prepara una lista, léela y créetela.

APRENDE A FIJAR LAS IDEAS

Si permites que los pensamientos negativos se apoderen de tu mente, nunca podrás concentrarte en actividades reconfortantes y, mucho menos, tendrás la capacidad de fijar ideas interesantes. Hacer crucigramas o pintar mandalas, así como esforzarte para no perder detalle mientras observas o realizas alguna una acción, son ejercicios prácticos que te ayudarán a salir del hoyo.

DEFIENDE TU AUTOESTIMA

Quien se deja invadir por emociones negativas, se sentirá insatisfecho y frustrado, y con certeza abonará baja autoestima. En solo 2 pasos dibuja tu propio ´Árbol de la Autoestima´ para que te sorprendas con la cantidad de cualidades que te caracterizan y los logros que has obtenido a lo largo de tu vida. Veamos:

Paso 1:

Prepara una lista con dos columnas. En la primera, apunta todos tus logros, desde los más pequeños hasta los más grandes, sin desestimar ninguno. En la segunda, y con mucha honestidad, define todas tus virtudes.

Paso 2:

¿Terminaste de detallar logros y cualidades? Ahora dibuja un árbol y, en cada fruto, ubica una meta alcanzada. Y, en las raíces, escribe la virtud o cualidad que se relacione con cada logro materializado.

Echa un vistazo a este gráfico cada vez que quieras constatar hasta dónde te han llevado tus fortalezas y, obviamente, abona tu árbol a medida que consigas materializar nuevos logros y fortalecer otras cualidades.